miércoles, 11 de noviembre de 2009

Biocultura


LLevo unos 7 años visitando la feria Biocultura. Cada año es diferente, pues van cambiando mis intereses, pero siempre encuentro algo nuevo y sorprendente.
El sábado comencé a visitar la feria desde la planta baja y como ya me lo conozco, no presté atención más de unos segundos a cada expositor...hasta que llegué a un lugar del que no podía separarme: de repente encontré a la niña que hay en mí: un puesto de juguetes de metal, como los de toda la vida, tenían peonzas, coches, aviones, motos, robots que se les da cuerda, barcos que navegan con aceite de oliva y una mecha, "giroscopios" (una especie de peonza que hace figuras imposibles desafiando a la gravedad) cajitas de música de las que se les da también cuerda...Creo que nada de lo que allí tenía el hombre tenía pilas! Qué gran avance, ¿no?
Me encantaría saber dónde encontrar a este vendedor, mágico, con sus mágicos juguetes... pero si no lo encuentro, el año que viene en Biocultura 2010, tengo una cita con la "niña que hay en mí".

No hay comentarios:

Publicar un comentario