Esta entrada es para transmitiros mi alegría porque cada vez me siento menos "contaminadora", menos "impact".
Cuando hice la semana No-Impact experimenté cómo sería vivir sin electricidad, cómo generar menos envases, cómo ahorrar agua y muchas cosas más...
Una de las cosas que me quedó pendiente y que me rondaba en la cabeza era el tema del Tetra-brik. Es un envase muy contaminante, que contiene plástico, cartón y aluminio, difícil de separar, y encima las leches vegetales que nosotros compramos son biológicas y vienen de Alemania, con lo que comprar leche supone generar envases (una media de un brick diario: 365 envases anuales), y mucho gasto en transporte.
Decidí probar a hacer leche en casa, nos compramos una máquina de hacer leches vegetales y ¡A experimentar!.
Mis dudas eran variadas, si sabría igual, si sería horrible la limpieza de la máquina, si quedaría homogénea, si le gustaría a los niños...
¡Pues la leche queda mejor de lo que pensaba! Es maravilloso, con 80 gramos de avellanas sale un litro y medio de deliciosa leche de avellanas (que en el mercado es caríiiisima). ¡Fantástico!
En el blog de Verde que te quiero verde, Margaret está haciendo el experimento de reducir los envases. Margaret, no es que te quiera hacer la compentencia, pero ya me contarás cómo haces para reducir los bricks, ¡Estoy deseando que llegues! Por cierto, tu blog es estupendísimo, ¡Enhorabuena!
No salgo de mi alegría con mi nueva adquisición, cuando hace un rato me encuentro con otra de mis asignaturas pendientes: el jabón de lavavajillas, que compramos ecológico y además de ser difícil de conseguir, cuesta un riñón, pues aquí tenéis la solución, gracias Marisilla.
Después de todo esto, veo, percibo que vamos por el buen camino, pasito a pasito, poco a poco, vamos cuidando nuestro hogar, ¡Nuestros hijos nos lo agradecerán!
Cuando hice la semana No-Impact experimenté cómo sería vivir sin electricidad, cómo generar menos envases, cómo ahorrar agua y muchas cosas más...
Una de las cosas que me quedó pendiente y que me rondaba en la cabeza era el tema del Tetra-brik. Es un envase muy contaminante, que contiene plástico, cartón y aluminio, difícil de separar, y encima las leches vegetales que nosotros compramos son biológicas y vienen de Alemania, con lo que comprar leche supone generar envases (una media de un brick diario: 365 envases anuales), y mucho gasto en transporte.
Decidí probar a hacer leche en casa, nos compramos una máquina de hacer leches vegetales y ¡A experimentar!.
Mis dudas eran variadas, si sabría igual, si sería horrible la limpieza de la máquina, si quedaría homogénea, si le gustaría a los niños...
¡Pues la leche queda mejor de lo que pensaba! Es maravilloso, con 80 gramos de avellanas sale un litro y medio de deliciosa leche de avellanas (que en el mercado es caríiiisima). ¡Fantástico!
En el blog de Verde que te quiero verde, Margaret está haciendo el experimento de reducir los envases. Margaret, no es que te quiera hacer la compentencia, pero ya me contarás cómo haces para reducir los bricks, ¡Estoy deseando que llegues! Por cierto, tu blog es estupendísimo, ¡Enhorabuena!
No salgo de mi alegría con mi nueva adquisición, cuando hace un rato me encuentro con otra de mis asignaturas pendientes: el jabón de lavavajillas, que compramos ecológico y además de ser difícil de conseguir, cuesta un riñón, pues aquí tenéis la solución, gracias Marisilla.
Después de todo esto, veo, percibo que vamos por el buen camino, pasito a pasito, poco a poco, vamos cuidando nuestro hogar, ¡Nuestros hijos nos lo agradecerán!